Los kinesiólogos están presenten en todas las etapas de la evolución de un paciente con coronavirus y son los encargados de contrarrestar o evitar las consecuencias respiratorias y motoras que este virus pueda dejar en las personas.
En medio de la crisis sanitaria que enfrenta Chile y el mundo, los kinesiólogos desempeñan un rol fundamental no solo en los pacientes confirmados con Covid-19 sino también en aquellos que están bajo sospecha o en tratamiento.
En la detección y diagnóstico del virus, estos profesionales pueden participar en la toma de muestra para el examen, que consiste en captar las secreciones de la parte superior de la garganta por detrás de la nariz, a través de un hisopado nasofaríngeo.
Sin embargo, no es el único procedimiento en el cual intervienen, sus conocimientos también son requeridos para educar a la población en la prevención del contagio y son vitales cuando los pacientes sufren complicaciones respiratorias y son hospitalizados.
Karimé González, docente de la Escuela de Kinesiología de la Universidad Católica del Maule (UCM), aseguró que “Cuando una persona consulta en el sistema de salud hay una serie de decisiones que se deben tomar conforme los síntomas vayan escalando y, en esa medida, el profesional de Kinesiología es el más enfocado en la función ventilatoria: evalúa el patrón ventilatorio, verifica si el intercambio de gases se está realizando de manera adecuada y también, elimina las secreciones que podrían o no estar presentes”, detalló.
Respecto a aquellos que requieren apoyo en la respiración, la docente explicó que el equipo evalúa si se aplica una ventilación mecánica invasiva o no invasiva. Esta última “Es la que se administra por medio de mascarilla, pero no está muy recomendada porque se ha observado que la tasa de fracaso es lo suficientemente alta para no considerarla y pasar directamente a la ventilación mecánica invasiva en los pacientes que están muy inestables”, aseguró.
Pacientes hospitalizados
Cuando una persona es conectada a un ventilador, los kinesiólogos son quienes se encargan de contrarrestar o evitar las secuelas respiratorias y motoras que puede dejar el virus. “Los pacientes que son ventilados de forma invasiva tiene que ser sedados y pierden su autonomía en la eliminación de secreciones y el kinesiólogo es quien hace la aspiración de las mismas en la Unidad de Cuidados Intensivos”, indicó.
Además, “los pacientes están sujetos a desarrollar un síndrome de reposo producto del estado que tienen que mantener todo el día. Los kinesiólogos están encargados de evitar las consecuencias de ese reposo prolongado mediante la verticalización del paciente, es decir, de llevarlo a sentarse, de que se vaya incorporando, que se pare al lado de la cama o camine, en la medida que vaya progresando. Esa activación puede ser consiente o inconsciente, en este último caso, se hacen movilizaciones pasivas en cada una de las articulaciones para evitar, por ejemplo, la atrofia muscular o la pérdida de flexibilidad”, puntualizó.
En aquellos que hayan superado el virus, dependiendo de la gravedad del cuadro clínico que presentaron, pueden quedar con secuelas que “Impactan en la capacidad que tiene el pulmón de almacenar aire dentro de él, es decir, de extenderse o flexibilizarse y, en ese sentido el paciente puede recibir terapia ventilatoria para mejorar los volúmenes que es capaz de almacenar. Se realizan algunos ejercicios orientados a mejorar la musculatura inspiratoria y también disminuir la disnea”, sostuvo la académica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UCM.
Esta última es la que genera la sensación de falta de aire cuando se realizan actividades cotidianas. Según advirtió la docente Karimé González, “En la medida en que el paciente se vuelve más sedentario, mayor disnea experimenta y, por tanto, una forma de contrarrestar esta inactividad y sus consecuencias es con ejercicio controlado y el kinesiólogo es el profesional idóneo para realizar este tipo de intervenciones”.